París-Roubaix Challenge


Todo deporte tiene su templo: el fútbol tiene Maracaná, el tenis el All England Tennis Club, el rugby Twickenham, el baloncesto el Madison Square Garden, el béisbol tiene el Yankee Stadium... así podría seguir, pero sin duda, cuando se habla de ciclismo si hay un templo, tiene el suelo empedrado y está rodeado de árboles con aspecto fantasmagórico. Con esos datos, sin duda a todo el mundo viene en mente el Trouée d'Arenberg:

Vista desde el puente
Meses atrás salió el tema de ir por Europa a hacer alguna marcha de renombre, salió a partir de unos comentarios sobre marchas "burras" de BTT... total que una cosa llevó a la otra y acabamos apuntados al Infierno del Norte, la Paris-Roubaix Challenge, que recorre 170km del recorrido oficial de la marcha de los profesionales el día antes de que los pros salgan a escena.

Con el tema del traslado a Madrid dejo todo en manos de Xavi, Edgar, Dani y Alfonso. Simplemente me limito a coger los billetes para volar desde Madrid (ellos lo harán desde Barcelona) y a hacer mi inscripción. Ellos se encargan de la furgo para los traslados y el apartamento en Lille.

Hacemos las cosas con mucho tiempo, pero sin darnos cuenta nos plantamos en semana santa y ya solo queda una semana para la cita... En mi caso, es llegar de Ibiza y prácticamente cambiar una bici por otra, hacer una lavadora para lavar la ropa de la bici y ultimar los flecos pendientes.

Jueves, 9 de abril

El día 9, me presento en Barajas y me encuentro con una huelga de controladores aéreos franceses que retrasa mi vuelo hasta las 16:30, mas de 4 horas de retraso... Olé!

Listos!
Mientras en Bruselas, mis compañeros se encargan de todo y les toca hacer viaje relámpago de ida y vuelta a Lille a cerrar el tema del apartamento y hacer las primeras compras mientras que otros vienen a buscarme.

A eso de las 9:30 llegamos por fin a Lille y con la paliza de viajes solo podemos desear dormir.

El apartamento, con una iluminación rollo club "muy lograda" :)

Viernes, 10 de abril (Los datos en Strava)

El cansancio del día previo nos hace dormir a todos del tirón. Desayunamos bien y a primera hora vamos a hacer unas compras de rigor y ver la zona céntrica por la que nos ubicaremos en Lille. Alfonso y yo compramos unos cartuchos de co2, ya que en teoría no pueden volar en avión.

Tras las compras en un centro comercial enorme y un café de rigor, nos dirigimos a Roubaix a recoger los dorsales. Ya en Roubaix vemos los primeros preparativos en la pista y inspeccionamos el enorme óvalo de meta. Nos comemos un plato de pasta enorme preparado esa misma mañana en el piso y procedemos a recoger dorsales y recoger las bicis que han alquilado todos mis compañeros.
Posando en el velódromo

Tras los primeros ajustes y recogida de dorsal, vamos a testear las monturas. Que mejor que una rutilla de reconocimiento por algún tramo de pavés...

Reajustando la bici de Dani con los del alquiler

Nos cuesta encontrar el recorrido y tenemos que volver debido a algún problema mecánico, pero al final una buena mujer nos indica el camino hacia el Carrefour de l'Arbre... Qué mejor tramo de pavés para debutar que el que suele decidir la P-R :)

En la salida de Carrefour

En la salida del tramo ya se empieza a notar ambiente festivo y tras fotos y demás procedemos a recorrerlo en sentido inverso a la marcha, para volver después. ¿Qué se puede decir de la sensación de pasar por primera vez un tramo cinco estrellas? Se nubla el mundo y la sensación de estar en una máquina de vibromasaje enorme es curiosa. Al acabar todo lo contrario, parece que vas levitando y tras las primeras pedaladas en asfalto parece que ruedas van sin aire.

En la entrada de Carrefour de l'Arbre

Tomamos fotos al inicio del tramo y conversación con la grupeta de CicloRed, volvemos hacia el final del tramo y acabaremos el recorido siguiendo el sentido de la marcha. Al final nos saldrán escasos 40km y con más alegrías de la cuenta en el tramo de pavés.

Detalle del pavés en la entreada de Carrefour de l'Arbre (no es donde peor estaba)

Las sensaciones para mañana son preocupantes. Si con 5km de pavés tengo ya las primeras ampollas, mañana hay que hacer 45km más... YUJUU!

No todos los tramos tenían el mismo aspecto... algunos parecía que estaban hasta bien!

Este test nos sirve para ver como hay que agarrar el manillar: no hay que agarrarse como si no hubiese mañana, si no dejar que vibre entre las manos y guiar la rueda entre las piedras. También ayuda a pasar más cómodo el pavés llevar una cadencia algo más baja y meter mucha potencia, ya que el ir más rápido aunque parezca mentira ayuda a pasar mejor.

Las bicis tras la ruta de testeo

Tras el test, volvemos a la furgo, guardamos las bicis, nos cambiamos un poco y vamos a ver un acto benéfico, La nuit du vélo en el velódromo cubierto, donde se puede pujar en una subasta mientras se come y bebe algo y se ven distintas carreras en pista. Estamos un rato y compramos unos bocatas y bebidas para ver las primeras carreras de niños, pero cuando empiezan los mayores tenemos que marcharnos para acabar de preparar todo para el gran día.

El velódromo cubierto... Espectacular!

Tras llegar al apartamento, cena algo ligera y más tarde de lo deseado nos vamos a la cama, sobre las 23:30.

Sábado, 11 de abril. Día D (Los datos en Strava)

Suena la alarma a las 3:45, sí, 3:45... Las calles no las han recogido siquiera, todavía están puestas del día anterior. He dormido más de lo que imaginaba y tras desayunar lo justo, ya que la cena ha sido pocas horas antes. Nos dirigimos a la furgo para viajar a Roubaix y de allí, mediante lanzadera en bus de casi 2h llegar a Busigny donde es la salida de la marcha.

El despliegue de medios es alucinante. Casi 30 autobuses con sus respectivos remolques para bicis, donde estas van bien sujetas. El viaje en bus se hace largo y solo doy una cabezada pese a intentar dormir, pero no es lo mío dormir fuera de la cama. A falta de 1h de trayecto vemos que el día cubierto y gris está pasando a ser un día lluvioso... Pinta a día épico!

Llegamos a Busigny pasadas las 7 y entre acabar de prepararnos, encontrar la consigna donde dejar la bolsa que nos llevarán a meta y dirigirnos a la salida se nos hacen casi las 8:00. El día es frío a primera hora, pero la lluvia fina que cae no es excesivamente fría. Salgo de corto abajo con manguitos y chaleco de verano (abierto de atrás).

La salida es "a la francesa", lo que quiere decir que tienes 3 horas para salir a tu aire, además no se toman tiempos salvo a la llegada y en tres tramos de pavés cronometrados.

Listos

Nos lanzamos y para entrar en calor empezamos a poner un ritmo alegre entre Xavi y yo. Vamos pasando a gente a cuentagotas, ya que apenas se ven pelotones de más de 5-10 ciclistas, todos a ritmo muy tranquilo. Hasta el primer tramo de pavés nos plantamos con una media de casi 33km/h sin ningún problema, aunque Alfonso ha perdido contacto y Dani se queda a acompañarlo, aprovechando el rebufo de un pelotón que Xavi y yo pasamos.

Pasamos el primer tramo de pavés con ganas y sin ningún problema, pero en la salida veo que he perdido aire atrás... Empezamos bien! :(

Paro y Xavi me hace compañía, en nada llegan Dani y Alfonso, que van tirando para que los cojamos. Cambio la cámara con algún problema, ya que las ampollas de ibiza y las nuevas de ayer me dan algo de guerra. Reviso la cubierta por si hay algún pincho y sobre todo el fondo de llanta, que me ha dado guerra con algún pinchazo, aunque varias vueltas de cinta en teoría lo habían solucionado. Tras perder unos 10-15min arrancamos y a los 200m vuelvo a ir con la rueda en el suelo... Toooma ya! Paramos de nuevo y vuelta a empezar. Esta vez reviso todo a conciencia y veo que se me ha pasado un pincho de una rosa clavado en la cubierta... vaya tela!

Tras reparar arrancamos con ganas y volvemos a pasar a gente, es un goteo de ciclistas constante, pero pocos grupos rápidos en los que meterte que te lleven y no trabajar.

Vamos a ritmo alegre pero cómodo y los tramos van pasando... casi sin problemas. Xavi pierde un bote que recupera, pero lo vuelve a perder y tendremos que ir parando en todos los avituallamientos, lo que nos retrasará más de lo que nos gustaría.


Más o menos a mitad del recorrido empiezo a tener problemas con las calas, estas están algo desgastadas, pero no tuve tiempo para cambiarlas tras la vuelta de ibiza. Circulando por asfalto van bien, pero al entrar en el pavés y meter fuerza el pie se me escapa de la cala, primero de vez en cuando, luego en cada tramo, por lo que tengo que levantar el pie en los tramos, lo que me hace sufrir más de la cuenta y retrasarme con Xavi, que me tiene que ir esperando en casi todos los tramos finales.

Nos vamos defendiendo en todos los tramos, adelantando más gente de la que nos pasa, salvo los tramos cronometrados donde la gente parece que lo toma más en serio y te encuentras algún Sputnik en BTT o en flaca que pasan como aviones... para después encontrarlos parados de charleta.


Haciendo equilibrios...

El recorrido en sí no es duro, todo muy llano por carreteras secundarias, pero el pavés machaca más de lo que puede parecer... Los tramos van cayendo al principio se entra con muchas ganas, después se van convirtiendo en un suplicio, más por los problemas mecánicos que físicos, pero algunos quedan en el recuerdo.

El tramo más èpico de la marcha llega en Arenberg, se nota que te acercas en el ambiente... El día es gris y las autocaravanas se agolpan a la entrada del tramo. De los tramos que haremos durante todo el día será el que en peor estado encontremos, ya que pese a no llover ya, el piso está húmedo del día anterior.

Sin duda Arenberg fue el tramo que peor encontramos


Los huecos entre adoquines son enormes y el paso de ciclistas ha hundido más el barro entre las piedras; mantenerse de pie es casi un milagro. Si a esto añadimos que se produce un tapón considerable hace que sea complicado avanzar. Entro con ganas y no me salgo del tramo de adoquín en ningún momento, pero al adelantar a una chica que va más despacio esta se abre y por el otro lado aparece un misil en BTT, tengo que rectificar y acabo en el suelo... Caída sin consecuencias pero donde menos me hubiese gustado, ya que es un tramo para disfrutar.


El ambiente es frío, pero la sensación al entrar en el bosque es especial... al nivel de subir el Portalet por el pasillo de gente cuando no cortaban el tráfico o la subida al Negreo en el Soplao. Hacer el tramo con el público animando a tope tiene que ser la bomba!

Arenberg, el día del paso de los pros, ellos con Sol


Tras la masificación de Arenberg, la carretera gira y nos encontramos con viento en contra, por suerte podemos ir pillando grupos algo más numerosos y alguna rueda que nos permita recuperar de vez en cuando, aunque el tráfico abierto a partir de mitad de la mañana a veces llega a ser preocupante para la seguridad...




Otro tramo mítico y también cronometrado es Carrefour, pero en mi caso, lo pasaré con más pena que gloria, debido a los problemas en el pedal... el viento es fuerte y de cara en el tramo final, lo que ayuda a que los tiempos no se acerquen a los tiempos que hicimos el día previo. Si los tiempos no son buenos, las sensaciones son peores.



Antes de Carrefour ya he ido sufriendo por diferentes tramos, incluyendo una pérdida de bote, que recupero y otra caída al campo, en blando :), para evitar caer en el centro de la pista y que me arrollen los que me siguen. Debido a los problemas mecánicos, cada vez me escaqueo más en los tramos, pasando bastante por las escapatorias, ya que al menos ahí me penaliza menos el problema en las calas.



Tras Carrefour parece que está todo hecho, solo dos tramos de pavés y la entrada a Roubaix con tráfico abierto al mediodía. Sin duda, lo peor del día. Levantamos el pie para evitar algún incidente y entramos al velódromo por separado, ya que Xavi ha quedado retrasado en el último semáforo.



Ya en el velódromo encontramos a Dani y Alfonso, que han llegado apenas dos minutos antes y Edgar, que ha hecho la media y hace algo más que ha llegado. Fotos de rigor y nos dirigimos a entregar las bicis y pasar por las duchas míticas del velódromo. La ducha caliente ayuda, porque vuelve a llover con ganas.

Las míticas duchas, sin colas ni esperas...

Solo he echado en falta avituallamiento en meta, los de carrera eran bastante completos, aunque en el último no quedaba agua, solo isotónica.

Justo tras entrar en meta

Después de la comida nos dirigimos a Lille y de allí al centro comercial a comer algo, ya que a las 17:00 en Francia es más hora de cenar que de comer :)

Tras dar una vuelta y volver al piso con más ganas de dormir que de salir, salimos a picotear algo y tomar una caña, para cenar una ensalada a la vuelta y preparar el plan del domingo.


Así acabó la bestia
Domingo, 12 de abril

Otra noche durmiendo sin problemas, ya que el madrugón y la marcha hicieron mella. A las 8:00 desayunamos con ganas y antes de las 9 estamos en marcha hacia la furgo y camino de Arenberg, hoy para ver pasar a los pros.

A eso de las 10:00 estamos aparcados cerca del tramo y con sitio cogido en buena zona... Solo queda esperar, nada menos que 4 horas. Comida y cervezas ayudan a pasar mejor la espera. El cartel de Julio Iglesias causa sensación tanto españoles como extranjeros :D

Y lo sabes!

El paso de los escapados entre el público


Poco a poco el tramo se va llenando de público y hasta los últimos minutos es fácil pillar sitio en la valla, nada que ver con el Tour. Pasan primero los escapados, primero uno solo y en 10seg el resto de la escapada, pasan rápido... pero sinceramente esperaba más ritmo. Esa desazón dura 5min, hasta que llega el pelotón, donde unos 80 corredores pasan a mil por hora chocando hombro con hombro, cambios de trazada bestiales... Increíble!! Ahí se ven las diferencias entre los pros y el resto de los mortales. El reguero de corredores descolgados es enorme, con muchos minutos perdidos respecto al pelotón y corredores con heridas, manchados y caras de fatiga extrema, todo eso a 80km de meta. Esto es Paris-Roubaix.

El paso del pelotón fue espectacular!

De ahí nos dirigimos a la autovía de nuevo para dirigirnos al último tramo que veremos, Carrefour de l'Arbre, quizás podríamos haber visto dos más, pero siendo novatos mejor asegurar.

En la autovía empezamos a ver coches parados en el arcén :O Directamente la gente para a ver un tramo que pasa al lado de la autovía! Qué locura!

Llegamos a Carrefour y aparcamos a 400m sin problemas. Cogemos buen sitio en una curva y esperamos... Aquí sigue llegando gente escapada, pero son pocos y apenas medio minuto sobre el pelotón. Por lo que parece la carrera está atrás.

Esperando en primera línea

Nos colocamos en una curva y el pelotón nos pasa a escasos centímetros. Espectacular!



Muchos minutos después el reguero de corredores sigue, incluso con el tramo ya vacío, pero a 20kms de meta los descolgados apuran las opciones de entrar en el velódromo.

Volvemos a casa con la sensación agridulce, dulce por lo vivido, pero a la vez triste, ya que el lunes será día de hacer las maletas y volver a la realidad. Salimos a tomar una cerveza por la zona y a dormir para al día siguiente volver a España. Por la tarde he intentado encontrar una gasolinera donde lavar la bici, pero ha sido imposible. Volverá con barro de tramos de pavés míticos a España.

Cargando el móvil a pedales mientras hacemos tiempo en el aeropuerto

En resumen, nos llevamos un recuerdo imborrable, con ganas de repetir, tanto por la marcha como por la compañía, en un fin de semana ciclista al 100%. Nos volvemos con ganas de repetir, aunque posiblemente a otro objetivo, llámese Tour de Flandes o cualquier monumento que se tercie.

Con esta foto, despido la "aventura" :)

Saludos!



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